NATACIÓN
Antes de que se autorizara el uso de trajes de baño de alta tecnología, los nadadores tenían buenas razones por las que depilarse. Una de ellas el “flujo laminar”: la facilidad con la que el líquido pasa alrededor de un cuerpo. El agua es 1000 veces más densa que el aire y por lo tanto, se requiere una superficie totalmente lisa que ofrezca menor resistencia.
Varios estudios han demostrado que la depilación corporal optimiza el flujo laminar. Por lo tanto estar depilado o no, puede tener un gran impacto en la distancia recorrida con cada brazada y más en una competición olímpica, donde cada centésima de segundo puede marcar la diferencia.